DE MI COMPATRIOTA LA
Sra. Da. MARÍA ALVAREZ DE LA PEÑA
Río Janeiro, Abril de 1850.
Oh! María! tu frígida losa,
Deja riegue con sincero llanto,
Y te ofrezca en mi lúgubre canto,
Una endecha de duelo y dolor!
Infeliz! De la vida te hallabas,
En la verde y brillante mañana!
Mas avara la parca inhumana,
De tu estrella veló el esplendor.
Noche eterna te envuelve en la tumba,
Y tus hijos en vano llorando,
A tu esposo doliente, implorando,
Madre! madre! mil veces dirán!…
En mil giros la estancia corriendo,
Ay! en vano te buscan sus ojos!…
Para siempre tus fríos despojos
En el ábrego arcano estarán!…
Duerme en paz bajo el polvo extranjero!
De los muertos el sueño de hielo,
Mientras sube mi voz hasta el cielo
Donde tu alma, retiene el Creador!
Bajo el cielo querido del Plata,
Tus cenizas irán algún día,
Y de nuevo en tu fosa oh! María
Depondré con respeto una flor!
Juana Paula Manso de Noronha.
Álbum de Señoritas, Buenos Aires, Tomo 1, N°1, Enero 1 de 1854.