Palabras con que Da. Juana Manso inició la planteacion de una Biblioteca Pública en Chivilcoy pronunciadas en el acto de la inauguracion de la Estátua
Vecinos de Chivilcoy:
No vengo á hablaros á mi nombre; soy nadie: vengo á traeros el recuerdo y el pensamiento, de un amigo que hoy se halla distante de nosotros; en la opuesta ribera del Océano Atlántico. Ese amigo es Sarmiento; él ha hecho conocer el nombre de Chivilcoy en el centro de la civilización Americana, escitando el interés por este pueblo. Las palabras á que me refiero, son las siguientes:
“Chivilcoy ha llevado la solicitud hasta elevar un grupo artístico á la puerta de su escuela, confiando la ejecución al cincel del estatuario Duteil, de aquella inspiradora y sublime escena del EvanjeIio,en que Jesus dice á sus apóstoles: “Dejad venir á mi los niños y no se lo estorveís.” Cuando las artes concurren a celebrar una idea social como las hazañas del guerrero, ó los servicios á la ciencia ó á la sociedad, el pueblo que tal hace está salvado.”
Está salvado de la ignorancia el pueblo que levanta palacios á la Educacion. Está salvado de la barbarie el pueblo que toma por enseña el cristianismo, fuente innagotable de civilizacion y de progreso, de caridad y de abnegación.
De hoy mas, Chivilcoy abrirá las puertas de su escuela sin preguntar á los niños por la religion de sus padres.
Las palabras que os he hecho conocer antes, están contenidas en las páginas de un libro sublime que él mismo Dr. Avellaneda aquí presente, ha clasificado de Evangelio de la libertad, y ese libro es el recuerdo y el óbolo de fiesta de Sarmiento á Chivilcoy, como la piedra fundamental para una biblioteca pública.
Hace algunos meses me escribía el Sr. Sarmiento, diciéndome “ -promueva V. la creacion de bibliotecas populares en los pueblos de la campaña de Buenos Aires, Capitales de las provincias, &a. Dé V. el ejemplo. –”
Para cumplir el precepto del Maestro, y llenar los deseos del amigo, necesitaba tres elementos indispensables:
Relaciones, que me ayudasen y que no tengo.
Dinero, que no poseo.
Libros-De estos, tengo algunos y son los que vengo hoy á ofrecer á Chivilcoy; no son muchos, pero ya es algo, porque solo soy rica de buena voluntad y de perseverancia.
(Señalando la Estátua) ‘Aquel que hoy domina la Escuela enseñando el amor y la fraternidad entre los hombres; pocos días antes que un discípulo, un amigo ingrato y traidor lo entregarse al furor de los Escríbas y Fariseos, se hallaba en Jerusalem sentado a las puertas del Templo, viendo el gentío entrar y salir, y contando las limosnas que caían en la escarcela de los pobres.
En esto acercóse una viuda que arrojó el único denario que poseía, y Jesus volviéndose á los Apóstoles, les dijo: “En verdad, en verdad os digo, que mas echó está pobre viuda que todos los otros que echaron en el arca, por que los otros han dado de su abundancia y ella ha dado lo único que poseía.” Yo seré, pues, como la viuda del Evangelio.
Fundemos una ‘biblioteca popular, como complemento de la Escuela, y ambas como base de toda libertad, imposible sin la educacion del pueblo: para llenar este propósito, daré todos los libros de mi pequeña biblioteca, es cuanto poséo Chivilcoy, los traigo con mi corazon á esta fiesta memorable; recibidlos para fundarcon ellos la Biblioteca Sarmiento.
Anales de Educación Común. Vol. IV. Bs.As., octubre 31 de 1866. Nº40. Pág.72 a 74. Ortografía Original