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Mesa del Editor/Juana Manso. 1871

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Nada hay tan divertido como ciertos articulejos, y hechos locales que de tiempo en tiempo aparecen en los diarios respecto a Escuelas.

El primero de que vamos a ocuparnos es una nota de la comisión de Obras Públicas Municipal.

Analizar su redacción, seria materia larga, es imposible escribir en lenguaje más vulgar y grotesco; imposible más confusión de personas y tiempos, más repeticiones inútiles, menos sentido común, ni más mentiras y descabelladas doctrinas.

Ignoramos quien sea el autor de la nota en cuestión, pero lo felicitamos cordialmente por su originalidad.

El asunto de la nota en cuestión es algo original también: y responde a un comunicado donde parece que se increpa a la municipalidad por no quitarle la escuela N°15 a la Ribas y dársela a una Sta. Kening muy inteligente en verdad, pero que apenas tiene 14 años de edad. Es cierto que nadie está obligado a andar con su fe de bautismo en el bolsillo y la niña Kening es bastante alta; muy alta no solo para sus años sino como mujer. Parece que esa niña tiene amigos que la quieren y protegen y se han comprometido a hacer desalojar a la intrusa Da. Andrea de aquella escuela tan guerreada y suspirada solo porque hoy tiene tramway a la puerta.

La caridad bien ordenada principia por casa, pasa por casa, y se queda en casa.

Esto es cómodo. 1° yo— 2° y 3° yo—Pero la municipalidad que se ha vuelto escrupulosa (relataré adelante una sesión que lo comprueba), o antes San Luis de la Peña que padece de cierta inflamación abdominal y cosquilloso también; se han dado prisa en dar una pública satisfacción a los amigos de la Sta. Kening por lo que potes contingere.

San Luis de la Peña, único educacionista, como la Hesperidina es única de Bagley, y otras drogas que son único curativo, v. gr. Le Roy, la Panacea, la Sarzaparrilla &a. en fin el único educacionista, hace el nomini Pater y dicta una serie de mentiras a su mono y tocayo D. Luis Sánchez Boado. Dice pues la Municipalidad que cuando visitó la Escuela N°12 (el asunto es con la 15), solo encontró a la Sta. Olivera que aparecía como encargada de la Señora Gorman &a.

La Sta. Kening nunca ha solicitado la Escuela N°12 y aun la N°15 solo la solicitó cuando la hubo renunciado no la Señora sino la Sta. Gorman. Fue en ese momento que Da. Andrea hizo su juego y se llevó la parada.

La Sta. Kening era hacía poco tiempo Subpreceptora de la Señora Moreno cuando esta dejó la escuela, teniendo apenas 13 años de edad, motivo por el cual no podía solicitar el puesto de maestra que requiere cuando menos 18 años.

Dice también la nota municipal que como la Señora Gorman fue nombrada sin su conocimiento, ignoraba que hubiese sido propuesta la Sta. Kening.   

La Sta. Gorman fue nombrada por una nota que el Presidente de la Corporación, que lo era el Dr. Perez, en Enero de 1869, pasó al Departamento de Escuelas, y esa nota original la envió el Dr. Costa a la Municipalidad para comprobar que la Sta. Gorman tiene derecho perfecto a los sueldos que aquella corporación o antes el Sr. Sanches Boado le retiene arbitrariamente. La Sta. Gorman fue nombrada para el N°12 y pasó al N°15—cuando la dejó la Señora Moreno, porque esta última escuela no había sufrido el trastorno de la N°12 que perdió su personal y su ubicación siempre porque los intereses individuales están sobrepuestos a los intereses generales del país, y los que amamos primero los intereses generales del país sacrificamos vice versa las exigencias individuales.

El caso es que mintiendo a diestro y siniestro, la municipalidad se lava las manos como Pilatos, y vende gato por liebre a los amigos oficiosos de la Sta. Kening que en su entusiasmo la presentan como una pobre vergonzante, único sostén de una madre anciana y enferma!

¡Siempre las llagas postizas de los mendigos de Cervantes! La madre de la Sta. Kening es una Señora joven y robusta, propietaria de dos casas al norte de la ciudad; ¿no sería pues más noble decir que la Sta. Kening sigue la carrera de maestra por vocación lo que no ponemos en duda vista su buena disposición?

Después del fárrago de mentiras que dejamos enumerado, viene lo más lindo. «Dice la nota que ahora que sabe la comisión por ella misma (¿la Sta. Kening?) su idoneidad, y por la Señora Moreno antigua maestra, prometen que la tendrán envista.»

Despréndese naturalmente que la Sta. Kening ha ido a la Municipalidad a elogiarse a sí misma ayudándola la Señora Moreno.

Debe ser cosa muy divertida el panegírico de sí mismo. Pero lo feo de este asunto es que la Sta. Gorman está impaga aun cuando ha trabajado, se ha pagado a su ayudante, y fue legalmente nombrada, y aun cuando no lo fuera, si la municipalidad fuera compuesta de gente comme il faut, de caballeros, ese asunto ya estaría terminado, porque así lo exigen el honor y la delicadeza. En todo caso, el Gobierno de la Provincia debe pagar a la Sta. Gorman y habérselas después con la municipalidad, esto no en obsequio a la Sta. Gorman, sino al país que deshonran actos administrativos de esta naturaleza.

La sesión importante de la municipalidad que nos ha llamado la atención es una en que se trató de la pena que se infligiría a un preceptor que casi había vaciado un ojo a un niño de una trompada.

La comisión parece que se excusó de ver al herido, y se trató de echar tierra al asunto en obsequio a que el preceptor Avalos que fue el del suceso es pariente del Santo y único Dr. D. Luis de la Peña.

El Presidente de la municipalidad dijo en esa ocasión, que era de opinión que alguna pena se le impusiese al maestro en vista de que “ahora que la Municipalidad se había hecho cargo de sus escuelas era preciso por el qué dirán no dejar que los maestros tratasen de sacarles los ojos sus discípulos.”

Confieso que estas teorías morales y cristianas del Sr. Cabral, no solo me conmovieron sino que he estado en un tris de preguntarle en qué fuente tan pura bebía la moral cristiana, convencida que en el evangelio no es, porque allí el asunto del amor a los niños está muy explícitamente tratado.

Pero lo que parece apócrifo es que a pesar de esta patética y conmovedora alocución los municipales opinasen por la impunidad del atentado, milagro debido a la influencia santa del único santo, y único educacionista del paraíso de Mahoma D. Luis, Doctor in partibus infidelis.

Antes de ahora se nos había hablado de la crueldad del Sr. Avalos con los niños. Por ejemplo que les ponía mordaza; que les negaba el permiso de las necesidades corporales, que los bofeteaba hasta hacerles sangrar la nariz y aun la boca.

El caso real es que la prensa si algo dijo, calló después; los derechos de la infancia no merecen la pena, todavía no son electores. El fiscal del Estado tampoco se movió, el Departamento de Escuelas menos porque está en interdicto por la Municipalidad.

¡Pero lo que es más asombroso, ni el padre del niño!

Verdad es que nuestras leyes favorecen no a los perjudicados sino a los danmificadores, y el que no se haga la justicia por su mano, lo que es reparación lega!, la espera en vano.

Un hecho local de la Discusión del 4 de Enero asevera que el Dr. Santo Peña ha arreglado perfectamente las Escuelas Municipales. No hay duda que ahora estará el santo y único educacionista con humor de hacer milagros; pero el desquicio en que dejó el Departamento de Escuelas es tan profundo, que hasta hoy está como un cadáver putrefacto; solo arrasando el edificio podrán extinguirse los miasmas que perseveran allí y todo eso es obra no de la fugaz presidencia del joven Estrada sino de los cuatro años del manejo del viejo Peña.

Las Escuelas regentadas por las maestras Americanas debían dar una exhibición a pesar del poco tiempo que hace de su instalación.

La N° 1 quedó sin alumnos antes del día marcado, porque estando ubicada al Norte de la ciudad, los alumnos que la frecuentan pertenecen a familias acomodadas que se ausentan de la ciudad en el Verano.

La N° 2 bajo la dirección de las señoritas Gorman y Dudley ha sido pues la que dio exhibición a pesar de estar funcionando hacen solo seis semanas.

Comenzamos por la escuela Jardín. En esta escuela oímos cantar en Inglés haciendo lo que dicen los versos á chiquillos desde 4 a 7 años.

Estos mismos conocen a primera vista los objetos que les muestran diciendo sus nombres en inglés y castellano; y todo cuanto se les enseña es en ambos idiomas.

Como lo he dicho repetidas veces la obediencia es la piedra angular del edificio social. Obediencia a los padres y a los maestros para poder obedecer desde temprano la ley de Dios y la ley social más tarde cuando el hombre se gobierna por sí mismo con su razón y su conciencia.

Aquí, la maestra somete primero la materia, el cuerpo; después, no diré que somete el espíritu, pero le imprime el hábito de obedecer la ley de la escuela.

Esa conquista se efectúa por los Calistenicos, acompañados de la música que plega sin violencia; por medio de las marchas y de las evoluciones en que se ejecutan porción de figuras geométricas.

Parecíame un sueño que aquellos niños que yo había visto ingresar a la escuela como pedazos de madera, hoy se moviesen a compás, cantasen en inglés, entendiesen lo que se les decía en ese idioma como en el suyo propio y pudiesen ir a la pizarra mural.

Vino en seguida la clase de la Señorita Gorman y allí se repitieron los mismos prodigios: niñas que han entrado sin nociones de muchas cosas importantes han respondido con claridad y precisión, ¡con solo seis semanas de clase!

Estas exhibiciones han sido tan solo un bosquejo a grandes rasgos del programa regular que se seguirá en el curso del año, pero ellas me habilitan a decir que he roto la línea enemiga y en todo este año espero haber derrotado la rutina, porque la vista hace fe. Sin embargo, solo espero llegar a la demostración, generalizar el sistema es otra cosa.

Anales de la Educación Común, Vol. IX, Enero de 1871, N°6.

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