Lectura dedicada, á las Maestras de Escuelas infantiles de la ciudad de Buenos Aires.
Pestalozzi es el fundador de la Escuela moderna, o antes ha fijado los principios de la metodología de la enseñanza, por la observación de las leyes de la niñez en particular, y de la naturaleza en general.
Su primer principio es que “la actividad es la ley de la niñez”; y puede decirse que es también la ley de la naturaleza en su manifestación latente que es la vida: por consecuencia, toda la instrucción que se imparte a la niñez tiene por instrumento la propia actividad del niño y está basada en este principio inconcuso: la actividad es la ley diamantina de la vida. La vida es acción.
La niñez no es una fuerza inerte; aunque maleable, está dotada de actividad, y el secreto de cultivar la espontaneidad, es poner en ejercicio la actividad del niño, servirse de la percepción de los sentidos, para cultivar la observación, despertando la atención, y ayudándolo a distinguir, clasificar y separar las propiedades de los objetos como la más grata ocupación de su actividad. Aceptado como base de la Enseñanza este principio, o esta ley natural de la actividad, el niño debe actuar por sí mismo valiéndose de sus sentidos. De aquí la necesidad de aceptar como base también de toda la enseñanza, las lecciones sobre la forma. La lectura, la escritura, como la aritmética son formas, o antes distintas descomposiciones de la forma, en líneas verticales y curvas. Pretender enseñar la lectura por los sonidos, y la escritura antes de la forma, como el número por la recitación oral, violenta pues la base inconmovible de toda eneñanza, porque paraliza la actividad de la acción y la constituye por un proceso absurdo en repetidor automático de cosas que no comprende, que le son extrañas, que no le ofrecen interés alguno y en las cuales en vez de ser actor, se torna sujeto paciente.
Ilustración sobre los principios de Pestalozzi, Lectura dedicada, á las Maestras de Escuelas infantiles de la ciudad de Buenos Aires. Anales de la Educación Común, Vol. VIII, Agosto de 1869, LEER COMPLETO