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Carta de Juana Manso a D. Domingo F. Sarmiento, Buenos Aires, Setiembre 4 de 1867

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Rosa Bonheur (1822-1899)

Sr. D. Domingo F. Sarmiento
Buenos Aires, Setiembre 4 de 1867
Estimado amigo.
Se me ocurre contestarle en los Anales, lo que á la educacion se refiere y aun ligeramente lo que á mi respecta.
Siempre firme en mi puesto, con la paciencia inalterable del propósito y con las ilusiones de menos, sin mas apoyo que el de su palabra lejana, pero que siempre es para mí el bálsamo del consuelo y la estrella guiadora del destino; sin esperanza de ninguna especie, pero inmóvil á la cabecera del enfermo que se muere rechazando el único remedio que lo habria salvado.
Los que tantas veces han hachado mi nombre, no pudiendo hacharme en persona, parecen cansados; la modulacion recorre otro tono se divierten de otro modo, yo permanezco impasible, ganando terreno en paciencia, convicciones y aun principios fundamentales de esta gran causa, segun Horacio Mann, la mas digna de inspirar un entusiasmo heroico, capaz de templar el corazon, para soportar todos los sacrificios y todas las torturas!
Mi lectura en Quilmes, aquí paso desapercibida, y me ha sorprendido muy agradablemente la aprobacion que V. le dispensa. Por supuesto, que todas las promesas que se me hicieron entonces quedaron en el estado de promesas. Como V. es uno de los grandes maestos en filosofia de la Historia, debe comprender que por mayor que sea la fuerza del motor en nuestra estática situacion, el obstáculo no cederá y solo tremendas y sangrientas revoluciones
que devoren nuestra raza harán lugar á otra capa geognostica de hombres, capaces de trabajar en su perfeccion y desarrollo intelectual. Las oligarquías pasadas han dejado en pos de si una huella tan honda en los anales de la humanidad que es imposible rehusarse a su triste y salutar experiencia. Véo el naufragio de mi raza y no puedo cerrar los ojos para engañarme á mi misma; pueda mi perseverancia servir de algo, ya que en el pensar del poéta Juan Carlos Gomez.

Inútil los dolores.
Jamas son de la mujer!

Me tocó ser sola en mi época, así habrá convenido. La emancipacion moral e intelectual de la muger está muy lejana aun cuando existan en esta época mugeres que me escriban sobre este punto.
“Leo con interés los libros que tuvo V. á bien enviarme; estoy de tiempo atrás penetrada de la verdad que se quiere probar, pero me temo que V. y yo y muchas generaciones que vendrán despues, concluyan sin ver el principio de una emancipacion que de manera alguna conviene á los hombres.”
El principio del fin que desearía V. ver, no lo alcanzaremos nosotros, porque su raíz esta en la educacion; asi mientras en Francia se le da la cruz de la Legion de Honor a la pintora Rosa Bonheur, mientras Jorje Sand se sienta en la Academia de Francia, mientras Jhon Mill reconoce y proclama los derechos de la muger en el parlamento inglés, y en las Universidades de Alemania y Norte América se espiden títulos de suficiencia á las mugeres, en diversas ciencias, nosotros continuamos en la funcion-anual de Colon y no concediendo a la muger en nuestra sociedad otro papel que el de Reina del Baile.Diosa de la moda, Huri del Paraíso, muñeca sahumada, pintada y empolvada en adoracion de su frágil belleza y de su fugaz juventud!
Ya se ve, me ocupo de una cuestion tan árida, la educacion! Nadie ha reprochado a los Astrónomos que sondeen las profundidades del espacio y revelen a la inteligencia humana las eternas leyes de la gravitacion de los astros, descubran al través del telescopio la existencia de nuevos planetas y estrellas!
Nadie a los Humbolt que hojeen el libro de la creación y nos revelen sus maravillas que la ciencia no ha alcanzado a compendiar todavía.
Nadie le ha llevado en mal a Bufon sus curiosos, pacientes, é interesantes estudios de la existencia de los animales. Los novelistas, los poetas, los dramaturgos, todos los que piensan y escriben interesan aqui, menos el que se ocupa de resolver el mayor problema que existe en la creacion, la educacion del hombre, para sentar con ella el equilibrio de las sociedades, gobernándose á si mismas sin el costoso aprendizage de la realeza y de las castas privilegiadas!
El libro de Mr. Jewel de la Escuela Normal de Albany, sobre G0BIERNO DE LAS ESCUELAS, viene a confirmar el espiritu de la disciplina que yo seguía en el N ° 1: “La Escuela es la verdadera preparacion del Self governement por medio de la observacion y de la reflexion que estimulan el desenvolvimiento y la justa apreciacion de las aplicaciones de la ley y sus sanciones. Y de un modo mas significativo prepara el camino del Self Governement, ejercitando su objeto por una obediencia habitual de la verdadera superioridad y esplicita sumision á la autoridad del derecho.”
Es tan cómodo negar cuando no se lee!
Los Señores, Dr. Thayre y Higginson me han prestado la coleccion del periódico de Mr. Mann, comenzado en 1838, alli encuentro la confirmacion de mis ideas; leo en estos momentos los Informes del Consejo de Educacion de la Ciudad de Boston y parece que podré obtenerlos anualmente por medio de la Sra. Mann que es amiga de Mr. Philbrick. Serán inútiles como enseñanza para nosotros, pero a mi me consuelan en mi derrota; gran cosa es tener razonl Le hablaré de sus recomendados.
El Dr Thayre, muy entendido en la materia, muy inteligente, ha encontrado colocacion en el Ejército como cirujano; como educacionista, bien sabe V. que es lo que sobran por aqui.
Mr. Higginson, ha tomado a su cargo una escuela inglesa establecida en la Capilla Americana de la calle de Cangallo frente al Hotel de Provenza; es muy corta la escuela, permanecerá en una esfera estraña a nuestro progreso. Otros al llegar á Buenos Aires se les ha dado dos empleos y dos sueldos en la instruccion, acaso porque se preveía de antemano que no servirían para nada.
Últimamente se han decretado cuatro mil pesos para dos señores que deben abrir dos escuelitas, una en la Boca otra en Belgrano; si de mi hubiera dependido, yo habría decretado en vez de esos cuatro mil pesos así divididos, un subsidio mensual de cinco mil y un buen salon, que no habría faltado por ahí, para que estos señores nos demostrasen con hechos como se organiza una Escuela Bostoniana. Pero, si asi se hacia, la ignorancia de algunos sábios habría quedado en descubierto, y, es muy doloroso mortificar así los sentimientos agenos. Si la educacion es la que pierde con estas condescendencias, que importa?
Estos pobres jóvenes no creo que estén muy contentos. Por el amor de Dios, no aconseje V. á nadie que venga: para que?
Me dicen que en unas asambleas de maestros, celebradas á manera de Conferencias Pedagógicas, se trata de suprimir todas las letras del alfabeto y reducirnos a la sílaba Me! me!l me!!!
Tendremos ese punto de analogía con el lenguaje de los Rambouíllet y los Negrettes; economía de sonidos, supresion de disparates: no le parece buena la idea?
Las obras didácticas del Sr. Sastre desaparecen este año de nuestras escuelas, y para 1868 quedarán adoptadas como cartilla, la del Dr. Peña; en aritmética, gramática y escritura, las obras de un gran cáligrafo, que ha llegado de alguna parte, un Sr. Riera. De modo que solo me resta repetir con el malogrado Luis de Camoes:

Cese todo lo que la musa antigua canta
Que otro poder mas alto se levanta!

Veo en uno de los Informes de Mr. Philbrick su invencion de las Tablas de Lectura y aquel noble desinterés con que dice al consejo “un solo medio de esa impresion no vendrá a mis manos!»
Felices países!
Puedo garantirle que este año se dará la ley de Escuelas -sera ella, varon ó criatura (como preguntaba el negro). Veremos, dijo el ciego y nunca vió.
Y de esta vez me despido, porque si empiezo a soltar refranes, le juro á V. que he de sobrepujar al bueno de Sancho Panza; y no quiero (aunque gorda) que me tomen por la consorte de aquella perla de los Escuderos, como le llamaba su amo…
De V. affma. Juana Manso.

Anales de la Educación Común, Vol.V, 1867.

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