Chivilcoy, 13 de Noviembre de 1866.
Sra. Da. Juana Manso. Muy señora nuestra.
La copia de la acta de la reunion primera de la Sociedad para la Biblioteca popular iniciada por V., que se adjunta, le mostrará á V. la sancion última de esta asamblea, á la que esperamos que V. prestará su asentimiento. Este humilde tributo y verdadera justicia al mérito, la con vencerá á V. que esta Sociedad sabe apreciarla, y que á falta de estátuas ó monumentos; quiere con ello dejar un recuerdo imperecedero de V. á las futuras generaciones.
Quedamos de V. sus atentos y seguros servidores.
Manuel Villarino. Presidente.
Augusto Krause. Secretario,
(COPIA)
En el local de la Escuela Municipal de Chivilcoy, á diez de Noviembre de mil ochocientos sesenta y seis, reunidos los vecinos suscriptos á objeto de establecer una Biblioteca Popular, iniciada ya por la Sra. Doña Juana Manso, se procedió á nombrar para presidir el acto provisoriamente, un Presidente y Secretario, resultando por mayoria de votos para el primer cargo D. Manuel Villarino, y para el segundo D. Luis Salvadores.
Ocupados por dichos Señores los puestos respectivos, el Sr. Villarino dijo, que la Sra. Juana Manso habia depositado en su poder tres mil ochocientos pesos moneda corriente, producto de la lectura pública iniciada por dicha señora para el objeto, que nos ocupaba; existiendo á mas tres cajones libros y unos bultos cuyo donantes, á escepcion de la Sra. Manso, no se conocian todavia.
Agregó que esta misma señora habia traducido del ingles espresamente para la Biblioteca de Chivilcoy, y enviádonos para que nos sirviera de regla, el reglamento de las Bibliotecas popu lares de New—York, de lo que hemos tomado la mayor parte y algo de los Estatutos de la de San Juan, para confeccionar lo que iba á leerse, si lo tuvieren á bien los señores presentes. Obtenido el asentimiento de la mayoria, se procedió á la lectura, que sigue: Estatutos Art. 1 á 7 y Reglamento Art. 1 á 11
A continuacion de la lectura del reglamento, el señor Villarino dijo, que en vez de someter los Estatutos que acababan de leerse á una estéril discusion, debíase, aprovechando la esperiencia ajena, sancionarlos por aclamacion: que algunos meses de práctica nos mostraria sus defectos si los tuviere, y entonces discutiríamos las enmiendas que aquella nos aconsejase.
Despues de cambiar algunas ideas los señores presentes, se sancionó por aclamacion el precedente Estatuto y Reglamento, quedando asi ley de la Sociedad.
Se procedió en seguida al nombramiento de la Comision Directiva y suplentes, conforme al artículo 5.º; resultando por mayoria de votos electos los siguientes señores:
Presidente, D. Manuel Villarino -Vice-Presidente, Dr. D. Ramon Videla -Tesorero, D. Josè Antonio Inda.
Secretario 1º D. Augusto Krause. Secretario 2º, D. Heraclio Fajardo.
Y para suplentes de los diversos cargos en el órden que quedan distribuidos, los siguientes señores: –
Dr. D. N. Matos. Carlos Fajardo. Agustin Pechien. Carlos Badin. Enrique Tognon.
El señor Villarino pidió un momento mas á la concurrencia que empezaba á retirarse, y dijo: que la señora Da. Juana Manso no solo habia iniciado la Biblioteca que tenia ya un principio de realidad, y creados los primeros recursos pecuniarios, sino que, apesar de su condicion de madre de familia sin fortuna, nos habia enviado sus difíciles economias gratuitamente; convertidas en libros, que en reconocimiento de su consagracion á la instruccion popular, á sus manifestaciones generosas á Chivilcoy, á la elevacion de sus ideas y sentimientos, pediase autorizase á la Comision Directiva, á costear la fotografia en punto mayor de dicha señora y la colocase en el lugar mas espectable de dicha Biblioteca, con esta inscripcion:
Fundadora de esta primera Biblioteca popular en la Provincia, Noviembre, 10 de 1866.
Con lo que, sancionado que fué, se cerró la sesion, firmando los presentes.
Firmado Manuel Villarino, Presidente.
Luis Salvadores, Secretario interino.
(Siguen las firmas.) Es cópia Augusto Krause, Secretario 1 º
——————————————————–
Buenos Aires, Calle San Martin 299,
Noviembre 28 de 1866.
Al Sr. D. Manuel Villarino.
Muy distinguido señor:
He tenido el placer de recibir la copia del acta de la primer reunion de la sociedad para la Biblioteca popular de Chivilcoy, lo que me demuestra que es esta ya un hecho realizado en la vida intelectual de ese pueblo, por lo que me congratulo íntimamente en la mínima parte que me haya podido caber, cual ha sido la de realizar el pensamiento del gran apóstol de la educacion comun Sr. SARMIENTO. Suya es la gloria de la iniciacion en mi, y mia ha sido la realizacion de su idea con pequeño sacrificio.
Acepto sin embargo gustosa, el honor que Vds. me hacen colocando mi retrato en esa Biblioteca bien que me permitirán lo considere mas como un recuerdo que mis amigos desean conservar de mi, que como el tributo de gratitud que los pueblos disciernen á sus bienhechores, ó á los génios que como Rivadavia y Mann se inmortalizan por sus obras, honrando el suelo que los vió nacer y legando su ejemplo á las generaciones del porvenir.
La obra, sin embargo, está solo en los comienzos, y yo vuelvo á recurrir al patriotismo y á la generosidad de los Chivilcoyanos, para que su realizacion práctica tenga para el porvenir la magestad y el provecho de las conquistas pacíficas de la inteligencia, cuyo desarrollo se efectúa con la duracion limitada del tiempo y el sucederse de las generaciones.
Nunca las ideas íntimamente relacionadas con el desenvolvimiento moral é intelectual de los pueblos, deben abandonarse á las caprichosas desigualdades del acaso y de los sucesos.
El progreso es á la vez que una ciencia que engrandece las naciones, una religion que ennoblece el espíritu de los que profesan su culto; pero que necesita para fortificar su doctrina y realizar sus prodigios, simbolizarse á la mente de las mazas por la forma visible: los templos del progreso son las Escuelas y las Bibliotecas en su arquitectura especial.
El Banquero Americano Mr. George Peabody acaba de dotar á la ciudad de Jorgetawn, con una Biblioteca popular, destinando al efecto 12 mil pesos fuertes de su bolsillo.
Pero yo que atravieso la vida como el mendigo de la Escritura, sola y desnuda: en falta de los millones que no poseo, haré de mi labor intelectual, la alquimia que nos dé los medios pecuniarios que necesita la construccion del Edificio para la Biblioteca. Me propongo dar Lecturas periódicas, cuyo producto se consagre á ese solo objeto. En esta virtud suplico á Vd. que active una reunion de la Sociedad para pedir á la Municipalidad un terreno de los reservados para edificios públicos y cuya superficie sea de 12 varas de frente por 25 á treinta de fondo, donde poder construir un salon de 7 varas de ancho por 14 de largo y 53 á 6 de luz con ventanas laterales y espacios al frente, y fondo donde cultivar flores, árboles, y tener un pozo.
Podré salir de la ciudad el 21, hacer la lectura el 22, y el 23 ante-víspera de la Natividad, colocaremos la piedra inaugural con asistencia de los niños de las Escuelas, puesto que son ellos los que cosecharán nuestra sementera.
Es mi deseo que esta Lectura sea dada solo por Señoras, á fin de que cumpliendo su mision maternal, prepare la mujer la vida de la luz á la generacion naciente. Al efecto una de mis hijas me acompañará y Vds. pueden invitar á las amables señoritas que ya me acompañaron una vez, escogiendo Vds. mismos los trozos que han de leer y calculando que con intermedios de música, sea su duracion de dos horas ó tres lo sumo. No olviden invitar al Sr. Parasuelas, que prepare el himno nacional por señoritas; otra hija mia cantará también.
Sin otro motivo, ágradeciendo á V. personalmente la inciativa del obsequio que se me tributa, me susbcribo de V.
S. S.
Juana Manso